Me gustaría comenzar con una frase que me acompaña día a día y que mi madre se encargó de acuñar en mi disco duro lentamente a la hora de enfrentarme a los retos y tareas diarias:
“ Todo lo que tengas que hacer, hazlo siempre con amor”.
Quizás el termino amor en el quehacer diario y en cómo nos planteamos los objetivos, pueda ser lo mismo que la actitud. Es la diferencia entre hacer algo o hacerlo bien: nuestra disposición a hacerlo afecta a la motivación y a la consecución, o incluso a la forma de percibir la tarea o situación.
Sabemos que la actitud surge de la interacción entre factores biológicos y hereditarios pero que también podemos ir modificándola y entrenándola a través del aprendizaje a lo largo de la vida.
Una actitud determinada tiene cuatro funciones básicas, veamos:
1-Utilitaria, te permite acometer y acercarse al cumplimiento de las metas u objetivos propuestos.
2-Conocimiento, te permite procesar y percibir la información disponible en el entorno.
3- Expresión, te permite mostrar las creencias que tienes detrás de la propia actuación.
4- Defensa del yo, te ayuda a la preservación de la autoestima y el autoconcepto al permitir la autoafirmación y autojustificación de los propios autos.
Tener una actitud entrenada te lleva a estar en constante aprendizaje, trazándote metas y objetivos día a día.
Y en nuestro mundo de la odontología todo permanece en un cambio constante. Los continuos avances científicos y tecnológicos provocan que los conocimientos que habíamos adquirido quedan obsoletos a un ritmo vertiginoso.
Es por ello que como profesional de la odontología debo de ser capaz de mantener al día mis competencias y destrezas para adaptarme a los diferentes cambios que llegan.
Así que la formación continua es una apuesta de crecimiento personal y laboral siendo un elemento diferenciador entre profesionales, en mi caso entre higienistas. Asistiendo a cursos, congresos y formaciones consigues crear una red de networking que te permite compartir experiencias y conocimientos con otros profesionales aportado valor a tu desempeño diario.
En cuanto te sumerges en la dinámica de la formación continua, tu motivación y actitud aumenta. En Clínica Dental Peñota apuestamos porque todo nuestro equipo esté en continua formación y disponemos de todo tipo de facilidades y recursos para llevarlo a cabo. Tanto en formaciones específicas que se realizan en la clínica como a las que asistimos.
Katia Merino
Higienista Bucodental y Smile Coach